miércoles, 13 de octubre de 2010

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Fig. 53. Garras y ojos de. un fétido.


acechando á su presa durante sus excursiones nocturnas. Pelos táctiles son los gallardos «bigotes dú gato».

Las mandíbulas de los Félidos son cortas, lo que facilita sus movimientos y tienen mayor potencia al disminuir el brazo de palanca de la resistencia, o sea, el peso de la mandíbula. Este acortamiento lleva consigo una reducción en él numero de los molares, que, por lo demás, no son importantes para estos animales, excepto el diente carnicero. Los músculos masticadores son enormes y se insertan en excavaciones de los huesos de la cabeza. El diente carnicero con sus bordes cortantes, separa la carne de los huesos de las presas, contribuyendo también la áspera lengua con sus papilas córneas.

GAÑIDOS

Constituyen una familia de carnívoros menos especializados que los Félidos. Esto se puede apreciar ya en la forma de la cabeza: las mandíbulas son más largas porque poseen más dientes (los Félidos tienen 32 y los Cánidos 44), más molares, los que son anchos para triturar alimentos. O sea, los Cánidos son menos carnívoros que los Félidos y pueden alimentarse de otras sustancias.

Sus extremidades están conformadas para correr y sus dedos poseen garras cortas y no retráctiles, por lo cual son romas, ya que se desgastan al rozar con el suelo. Otra adaptación a la carrera la constituyen los tubérculos plantares, que son masas carnosas cubiertas de piel dura en que rematan los dedos.

En los Cánidos típicos, como los lobos, la captura de la presa es el producto de un ataque de rápidos movimientos combinado con mucha astucia.

La lengua es carnosa y blanda y la dejan asomar cuando corren o durante los días de calor, ya que transpiran por ella.

El olfato y el oído son sentidos muy desarrollados. En !a fig. 54 puede apreciarse la diferencia entre 3a dentadura de un Félido v de un Cánido.

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