miércoles, 13 de octubre de 2010

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que su temperatura varía con la del ambiente. Y esto hace variar su comportamiento. Así, una lagartija se muestra vivaracha cuando resplandece el sol, apática en tiempo fresco y cae en un estado de letargo en las frías noches de invierno; y durante los días muy calurosos, puede alcanzar una temperatura superior a la nuestra.

En el invierno, estación del año en que el alimento escasea, la producción de calor se hace mucho más difícil. Los animales poiquilotermos, cuya temperatura depende en parte del medio exterior caen en estado de rigidez invernal, o sea, de rigidez producida por el frío. En los días invernales en que luce el sol vuelven a recobrar su actividad.

Los animales homeotermos resuelven este problema de la escasez del alimento, y por consiguiente de la mantención constante de su temperatura, de dos maneras generales: los pilíferos frecuentemente hibernan; las aves, pueden realizar migraciones.

La hibernación o sueño invernal es un estado de letargo ligero en algunos animales (osos pardos, ardillas, tejones) y más profundo en otros (murciélagos, marmotas), durante el cual los animales se alimentan en base a la grasa que han acumulado en la buena estación. Durante la hibernación estos animales, que son homeotermos, se vuelven temporalmente poiquilotermos, ya que desciende su temperatura.

Las aves suelen realizar viajes a veces larguísimos, en busca de alimento. El pollito de mar y el zarapito o perdiz de mar, realizan migraciones escalonadas. En nuestro país, estas especies nunca permanecen más de dos meses en Magallanes, más de cuatro en Chiloé y más de seis

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