miércoles, 13 de octubre de 2010

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En las figuras 121 y 122 están ilustradas la germinación de un grano de maíz y de una semilla de poroto.

2) Ud. puede construir un germinador, de dos maneras:

Con un plato sopero. Coloque en él un pedazo de papel secante húmedo o una capa de aserrín o arena mojada. Coloque encima las semillas y cúbralas con otra hoja de papel secante húmedo.

Con un vaso más o menos cilindrico. Resulta un ger-minador más práctico que el anterior, porque permite seguir directamente las modificaciones que experimentan las semillas.

Recubra interiormente el vaso con un cilindro de papel secante. Para mantener la forma cilindrica y la presión uniforme, rellene el cilindro de papel secante con arena o aserrín que debe mantenerse constantemente humedecido.

La semilla se coloca entre la pared interior del vaso y el cilindro de papel secante humedecido.

3) Los agricultores al efectuar las siembras, tienen muy
en cuenta el poder germinativo de las semillas, ya que todas
las semillas no germinan.

Ud. puede, de distintas muestras de semillas, elegir lotes de 20 a 50 y hacerlas germinar. Comprobará que muchas de ellas no han germinado porque están mal constituidas o han sufrido alteraciones diversas.

4) Se dice, que por lo general las semillas deben ser en­
terradas a una profundidad igual a su diámetro. Pero esto
es variable. Ud. puede comprobarlo mediante un germi-
nador construido con un vaso de unos 20 cm de longitud.

Coloque en el germinador diversas especies de semillas a distintas alturas, pero dispuestas en líneas oblicuas. En la parte exterior sobre cada semilla, coloque un número para identificar las semillas una vez terminada la experiencia. En su cuaderno anotará cuál es la profundidad a que enterró cada semilla y cuál fue el resultado.

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