miércoles, 13 de octubre de 2010

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La forma del cuerpo, es bien sabido, depende de la organización del esqueleto. Los restos de muchos animales que se encuentran a menudo enterrados en la corteza terrestre, permiten diagnosticar a qué animal pertenecen, por la forma del esqueleto.

El esqueleto permite el movimiento, porque en él se insertan los músculos responsables del desplazamiento.

La protección de órganos delicados se cumple por la formación de «cajas» que encierran diversos órganos: el cráneo encierra al cerebro, la caja torácica alberga al corazón y a los pulmones, etc..

Nuestros huesos, en sus extremos, suelen poseer otra sustancia llamada cartílago, que es semirrígido y más blando que el hueso propiamente tal. Pero, como en nuestro esqueleto predomina el hueso propiamente tal, decimos que es un esqueleto óseo; hay seres cuyo esqueleto está constituido por piezas cartilaginosas, formadas por cartílagos, como los tiburones y las rayas, por lo cual a dicho esqueleto se le llama cartilaginoso.

Indicaciones para realizar actividades con huesos.

1) Soluciones descalcificadoras.

Estas soluciones pueden prepararse con ácido clorhídrico o ácido nítrico. Se recomienda que los alumnos no manipulen ácidos y si lo hacen, deben haber sido instruidos sobre el particular por el Profesor del ramo.

Las proporciones son las siguientes:

Acido clorhídrico concentrado............... •....... 10 mi.

Agua destilada.............................. ■................. 90 mi.

Acido nítrico:

Para huesos grandes:

Acido nítrico concentrado............................... 10 mi.

Agua destilada................................................ 90 mi.

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