miércoles, 13 de octubre de 2010

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escender. Así se establece una circulación vertical, formada por columnas ascendentes y descendentes que se sobreponen a la circulación horizontal. Si esta última es muy intensa la circulación vertical pasa inadvertida, pero si el aire está en calma es fácil descubrirla. En verano el calentamiento de la tierra se transmite al aire que se halla en contacto con ella: el aire sube formando una columna ascendente. Este fenómeno se observa frecuentemente sobre las ciudades y bosques. En estos conocimientos se basa la habilidad de los aviadores de planeadores y las aves, que pueden mantenerse durante largo tiempo en el aire y subir, empujados por tales columnas, hasta alturas increíbles.

Muchas veces hemos visto cómo las aves marinas planean y se elevan sin batir las alas, dejándose llevar pollas corrientes del viento. Pasan por sobre nuestras cabezas y nosotros no percibimos las corrientes de aire. Esto se debe a que las corrientes horizontales suelen ser caprichosas y forman arcos como el indicado en la fig. 72. Los muchachos que aparecen a la izquierda apenas pueden avanzar por la fuerza del viento, mientras que los que están al borde del. acantilado no sienten la fuerza de dicha corriente porque están bajo el «arco del viento».

El fenómeno de los vientos se manifiesta claramente con las llamadas brisas de mar y brisas de tierra.

Durante el día, la tierra se calienta más intensamente que el agua del mar. El aire que está en contacto con la tierra se calienta, se dilata y asciende. A medida que as­ciende es reemplazado por aire frío que procede del mar, originándose una brisa marina.

Durante la noche, el agua del mar, que cede su calor mucho más lentamente que la tierra, origina el fenómeno contrario y la brisa marina es reemplazada por la brisa terrestre (pie sopla en dirección al mar.

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