miércoles, 13 de octubre de 2010

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Fig. 100. Movimientos del diafragma.

Durante la inspiración, el diafragma baja, disminuyendo su curvatura. De esta manera descienden los órganos abdominales, aumentando el diámetro vertical del tórax. En este momento la presión del aire contenido en los pulmones es inferior a la presión atmosférica, porque junto con la caja torácica se han dilatado los pulmones. Esta diferencia de presión origina la entrada del aire a los pulmones hasta que se igualen ambas presiones.

En la espiración, el diafragma sube, volviendo a su posición original. Disminuye el volumen de los pulmones y aumenta la presión del aire contenido en ellos, que en ese momento es superior a la presión atmosférica.

En la figura 100 puede verse el diafragma con sus cambios de curvatura durante los movimientos respiratorios.

Los pulmones, que limitan con las paredes de la caja torácica están obligados a seguir los movimientos de ésta. A fin de que puedan desplazarse sin dificultad por la pared


Fig. 101. Los pulmones funcionan como fuelles.

de la caja torácica ésta está revestida en su totalidad por una membrana llamada pleura. Esta membrana tiene dos hojas: la hoja parietal recubre la pared de la cavidad torácica, y la hoja visceral recubre la superficie de los pulmones. La superficie de la pleura es lisa y se mantiene siempre resbaladiza por la secreción de pequeñas cantidades de líquido.

Los pulmones, al expandirse para recibir aire y al reducirse para expelerlo, actúan como los fuelles (fig. 101). Si se separan las válvulas de un fuelle y se introduce una vejiga de goma o un globo, la vejiga, al igual que el pulmón desempeña un papel pasivo.

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