miércoles, 13 de octubre de 2010

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El elefante, tiene como órgano de prehensión una trompa o probóscide, que es una prolongación de la nariz y el labio superior. En el extremo de la probóscide, que es prehensil, se abren los orificios nasales. También se encuentra, en la parte superior del extremo de la probóscide, un apéndice digitiforme (con forma de dedo) que le sirve para captar objetos pequeños.

Su dentadura es muy incompleta ya que tiene solamente b' dientes: 2 incisivos superiores y 4 molares. Los incisivos superiores son grandes y cónicos y reciben vulgarmente el nombre de «defensas'- o «colmillos». Crecen continuamente y se prolongan fuera de la boca, llegando a medir hasta 3 m de longitud; los molares son grandes, distribuidos por pares en cada mandíbula y llegan a medir 40 ein de largo por 10 de ancho. Son complicados (fig. 56).

Para prehencler su alimento, el elefante suple la falta de un cuello largo con su trompa, que es un órgano sin par en el reino animal. Con ella toma hierbas bajas, alcanza frescas hojas de los árboles, bebe agua, etc.

OMNÍVOROS

En estos animales, la dentadura también es la estructura cuya conformación está en estrecha relación con la alimentación.

El oso pardo se alimenta de toda clase de seres vivos: caballos, bueyes, insectos, gusanos, caracoles, callampas, hierbas, miel, etc.

Para cazar animales grandes se levanta sobre las patas posteriores y abrazándose a su víctima con las anteriores, que emplea como brazos, les rompe la columna vertebral y las costillas.

Sus incisivos, bien desarrollados, le sirven para arrancar hierbas y sustancias vegetales; los caninos son largos y agudos como en los carnívoros; los molares tienen coronas anchas para masticar plantas (fig. 57).


 Dentadura de omnívoros

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